En el mundo empresarial, existe una práctica común que ha sido ampliamente utilizada por la mayoría de las organizaciones: la evaluación de desempeño conocida como “360”. Sin embargo, en este artículo, exploraremos una perspectiva diferente y plantearemos la idea de la retroalimentación continua, o “365”, como una alternativa más efectiva y beneficiosa para el crecimiento y desarrollo de los individuos en el entorno laboral.
La trampa del anonimato y la falta de conversaciones necesarias
La retroalimentación anónima, característica del enfoque tradicional de 360, puede conducir al anonimato y, a su vez, evitar las conversaciones críticas y la construcción de madurez psicológica y emocional. La retroalimentación auténtica y constructiva implica ayudar a los compañeros, superiores y cualquier persona dentro de la organización a ser conscientes de aspectos que quizás no se han dado cuenta. La capacidad de darse cuenta de lo que no se ha percibido es fundamental para el crecimiento personal y profesional.
Flexibilidad cognitiva y conductual a través del Feedback
Nuestro sistema nervioso y nuestra atención tienen limitaciones, lo que nos lleva a omitir ciertos aspectos en nuestro día a día. Aquí es donde la retroalimentación de otros observadores y colegas puede ser invaluable, ya que nos ayuda a desarrollar flexibilidad cognitiva y conductual. Esta flexibilidad nos permite enfrentar situaciones desde diferentes perspectivas y responder de manera más efectiva a los desafíos del entorno laboral en constante cambio.
“Para mí, retroalimentación tiene que ver con ayudar al compañero, ayudar al jefe, ayudar a cualquier persona en la organización a darse cuenta de lo que no se está dando cuenta”.
Omar Salom
De 360 a 365: Feedback continuo y diario
El enfoque propuesto en este artículo es el de implementar una cultura de feedback constante y diario, en lugar de esperar seis meses para recibir una evaluación formal. Al adoptar la mentalidad de brindar y recibir retroalimentación regularmente, se crea un ambiente de aprendizaje continuo y se evita perder oportunidades de mejora en el trabajo en equipo y en las interacciones diarias.
Cuidar al otro a través de la retroalimentación
La retroalimentación efectiva se trata de cuidar y apoyar a las personas con las que trabajamos. Es necesario cambiar la forma en que entendemos el trabajo y el aprendizaje diario. Incomodar no debe confundirse con ofender, ya que el crecimiento implica momentos incómodos que nos ayudan a mejorar. Al desarrollar una cultura de feedback, creamos una organización orientada al aprendizaje, donde todos contribuyen al crecimiento individual y colectivo.
Es importante comprender que no existe un “feedback positivo” o “feedback negativo”, sino más bien una retroalimentación que se enfoca en reconocer lo que se hace bien, agregar valor y señalar áreas de mejora. En lugar de hablar de “áreas de oportunidad”, se sugiere enfocarse en las fortalezas y en las posibilidades de desarrollo. Todos cometemos errores, pero lo esencial es mejorar y aumentar el promedio de nuestros aciertos.
“Cuando hablamos de feedback, estamos hablando de un ingrediente fundamental para aprender a aprender y cuidar al otro”.
Omar Salom
La retroalimentación continua y diaria, en contraposición a la evaluación anónima de 360, se presenta como una práctica más efectiva y beneficiosa para el crecimiento y desarrollo en las organizaciones. Al implementar una cultura de feedback constante, se fomenta el aprendizaje continuo, se fortalecen las relaciones laborales y se impulsa el éxito individual y colectivo. Como dijo Henry Ford:
«El único error real es aquel del que no aprendemos nada».
Aprovechemos el poder del feedback para crecer y alcanzar nuestro máximo potencial.